Hoy te contaré los 5 criterios básicos para que la portada de tu presentación luzca, seduzca y reproduzca el mensaje correcto a tu audiencia. Me basaré en principios esenciales del diseño gráfico y, sobretodo, mucho sentido común.
Al fin y al cabo, lo que quiero explicarte es todo aquello que tengo en cuenta cuando conceptualizo y visualizo las presentaciones para nuestros clientes.
La portada de tu presentación acostumbra a estar proyectada durante el tiempo de espera antes de que presentes. Es por eso que representa la primera impresión que va a tener tu audiencia de ti y de tu charla mucho incluso antes de que empieces a hablar.
Puede que incluso de ella dependa que el oyente acabe quedándose a escucharte o que decida que lo que le quieres ofrecer no merece su atención.
Por eso es importante cuidar la primera impresión que va a dejar tu portada.
1.- Prepara una buena base
Cualquiera de las opciones que elijas, piensa bien el terreno dónde emmarcarás el título de tu presentación. Si es una presentación corporativa, puedes seguir las líneas de marca de la empresa, pero también puedes atreverte a utilizar un concepto que la represente.
Por ejemplo, si el contenido de la presentación comunica expansión y unión puedes representarlo con un fondo de una galaxia pero, si por otro lado, el mensaje se trata de un comunicado oficial deberás recurrir al manual de estilo de la marca corporativo para que inspire la máxima seriedad.
2.- La tipografía también habla por ti
Porque no es sólo todo aquello que explicas oralmente en tu presentación, sino cómo lo representas. Y en este caso, la tipografía es la clave.
De nuevo, pensaremos bien en qué tono nos dirigiremos a nuestro público según el mensaje que queramos comunicar: ¿Quieres enamorar al público con humor? o bien, ¿Quieres cerrar un buen trato con una gran compañía?
3.- ¿Qué es lo más importante de la portada? Ordena y prioriza
Lo más común es que el título de tu presentación vaya acompañado de un subtítulo, lema e incluso algún elemento más como logotipos o ilustraciones.
En este caso, hay que poner un criterio a qué va primero, en qué tamaño y en qué orden. Sino, nos puede ocurrir algo como lo siguiente:
Entonces, lógicamente, jerarquizaremos la información que deba aparecer en la portada. En general, el título de la presentación requerirá más presencia, mientras que el subtítulo estará en un plano secundario, reducido un 20% o 40%.
Sin embargo, el terreno de los logotipos deberá respetar las líneas de marca. Si hay ilustración, deberemos valorar si realmente aportan al contenido de la portada o no.
En todo caso, también serán como mínimo un 50% más pequeños.
Parece muy evidente y de cajón pero, créeme, que en muchas presentaciones he visto mucho descontrol en este aspecto y es muy imprescindible tenerlo en cuenta.
4.- Color y contraste
Una vez aplicado el fondo, la tipografía y la estructura del mensaje tendremos que comprobar si el contenido se funde con la forma. Las herramientas que nos ayudarán serán la aplicación de los colores correctos y cómo contrastan entre el fondo y el texto.
¿Cómo cuesta leer un texto por estar escrito sobre fondo gris o azul, e incluso negro, verdad?
Lo siguiente que verás son soluciones nada recomendables, basándonos en los fondos que propuse en el primer apartado. Estas propuestas no funcionan ni en color ni en contraste:
- Un texto en gris sobre casi cualquier tipo de fondo, excepto el blanco, no nos va a funcionar porque su falta de luminosidad no nos aporta el contraste necesario para que sea un texto legible.
- En este caso, la falta de contraste se debe al haber utilizado dos colores verdes muy similares. Entonces, compiten entre ellos y el resultado de esta lucha es que se funden entre ellos. Tus oyentes no leerán el texto ni de broma.
- Es una solución bonita, que sí que funciona en el título y en el subtítulo pero pierde homogeneidad en el resto de elementos. Éstos se esconden, por desgracia, en la fotografía.
- Los fondos en mosaico o fondos con ilustraciones o motivos repetidos son difíciles de manejar ya que su contenido de por sí también tiene mucho protagonismo. El resultado es de camuflaje total. A no ser que quieras que quieras poner a prueba a tu oyente no tengas muy en cuenta este tipo de propuestas.
Pero todos estos problemas visuales, los vamos a solucionar ahora mismo:
- No todo en esta vida es blanco o negro, pero en este caso, no hay grises que valgan. Una texto aplicado en un luminoso blanco o un potente negro será la solución
- Si quieres seguir utilizando dos colores de la misma gama, en este caso, el color verde, utilizaremos un color más oscuro en el texto mientras que en el fondo permanecerá un tono más suave.
- Una solución acertada, aunque arriesgada, es utilizar el negro. Si a pesar de todo sigue sin funcionar, el mejor truco será reencuadrar la imagen para que nuestro texto se lea perfectamente.
- No hay muchas soluciones ante un fondo de mosaico o motivos repetidos. Pero podemos utilizar un marco de color que emmarque el texto. En este caso, para respetar los motivos de la ilustración del fondo, me he basado en los colores de la gama de verdes del patrón.
Estaría genial poder utilizar siempre un fondo blanco o muy clarito para una perfecta lectura pero, a parte que todas las presentaciones serían iguales, seguramente no comuniquen los valores de nuestra presentación.
5.- Composición
Como aquí en Presentable no queremos mostrarte soluciones típicas, en este apartado te contaré trucos e inspiración sobre composición con tus palabras. Que ya te confieso que, a mi parecer, es la clave para la presentación brille o, por lo contrario, sea una más.
Por lo general, una portada requiere una formalidad muy bien pensada, pero hay conceptos que a través de las palabras y tipografía nos pueden ayudar a generar muchas emociones.
Y aquí un par de ejemplos aplicados a la portada de presentación.
Échale imaginación, pero con sentido. Recuerda siempre la premisa “Menos es más”.
Para acabar, no me cansaré de decirte lo importante que es una portada para atraer y despertar la curiosidad de tus oyentes pero, sobretodo, en que ésta portada deberá respetar el contenido y diseño de las diapositivas que irán a continuación.
Es decir, la portada no es un elemento extra ni aislado, forma parte de todo el contenido de valor que ofrecerás a tus oyentes a lo largo de tu exposición.
Me encantará saber si ya utilizas estos trucos en tu diapositiva inicial o si alguno de ellos te ha parecido un buen punto a favor para el diseño de la portada de tus presentaciones.
¡Te espero en los comentarios!
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