
En ocasiones nos fijamos en los grandes conferenciantes como modelos a seguir: gente que con el poder de su oratoria logra conmover a las audiencias y cuyos honorarios les permiten ganar cantidades ingentes de dinero con cada presentación. A los que nos gusta hablar, poder vivir de ello es un auténtico sueño. Sin embargo, entrar en el lucrativo circuito de las conferencias no es nada … [Leer más...]